Qué hacer en caso de incendio en casa: guía paso a paso

Saber qué hacer en caso de incendio en casa marca la diferencia entre una evacuación rápida y una situación que se complica sin necesidad. Los incendios domésticos son más frecuentes de lo que parece. Muchas viviendas tienen terraza, cocina abierta o electrodomésticos funcionando casi todo el día, cualquier despiste puede acabar en un fuego inesperado. Actuar a tiempo requiere entender cómo se comporta el humo, qué errores debes evitar y cómo organizar la salida sin ponerte en riesgo.

Cómo actuar en caso de incendio en casa

Antes de pensar en cómo se apaga un fuego, lo importante es sobrevivir y salir de la vivienda. Las primeras decisiones determinan el resto.

• Mantén la calma y evalúa la situación

El cuerpo reacciona con prisa ante el humo y el olor a quemado. Aun así, necesitas unos segundos para saber de dónde viene el fuego. Mira si está localizado en una habitación concreta o si ya se ha extendido por el pasillo. Ese primer vistazo te dirá si puedes cerrar una puerta para frenarlo o si debes abandonar la casa inmediatamente. También te permite saber si el humo baja hacia el suelo o se concentra en la parte alta, algo clave para moverte con seguridad.

• Llama inmediatamente a los servicios de emergencia

Una vez identificada la magnitud del incendio, pide ayuda cuanto antes. El 112 necesita saber tu dirección exacta, si hay personas dentro y qué tipo de fuego parece. Incluso si crees que podrás controlarlo, avisa igual. Muchos incendios domésticos aparentan ser pequeños al principio, pero liberan calor muy rápido. Tener a los bomberos de camino evita sustos innecesarios.

• Evacúa la vivienda de forma segura

Salir de la casa no consiste solo en caminar hacia la puerta. El humo puede desorientar en pocos segundos, por lo que conviene seguir un orden mental claro. Antes de abrir una puerta toca la superficie con el dorso de la mano para saber si está caliente. Si lo está, no la abras: detrás puede haber llamas o gases acumulados.

No uses el ascensor

El ascensor puede quedarse bloqueado por el calor, por fallos eléctricos o por el propio sistema de seguridad del edificio. Al cerrarse las puertas, el humo se concentra dentro y se vuelve irrespirable. Bajar por las escaleras, incluso si hay algo de humo, siempre ofrece una salida más predecible.

Agáchate si hay humo

Respirar demasiado cerca del techo es peligroso. El humo caliente acumula monóxido de carbono y partículas que irritan los pulmones. Si la visibilidad baja, desplázate agachado. A apenas medio metro del suelo suele haber una capa de aire más respirable que permite llegar a la salida.

Cubre tu nariz y boca

Un paño húmedo no filtra completamente los gases, pero reduce el efecto irritante del humo y te da margen para avanzar. No hace falta empaparlo, basta con humedecerlo rápido en el grifo. Si no puedes, usa la manga de la camiseta o una toalla, lo que tengas más cerca.

• Si no puedes salir, busca una habitación segura

Hay incendios que bloquean el pasillo en segundos. Cuando ocurre, lo vital es tener un refugio temporal. Entra en una habitación cuyo acceso puedas cerrar y coloca toallas o ropa en las rendijas para evitar que el humo pase. Asómate a una ventana, pide ayuda y deja que los bomberos sepan en qué estancia te encuentras. Evita romper los cristales, ya que la entrada repentina de oxígeno acelera las llamas. Mantén el teléfono contigo por si necesitas dar tu ubicación exacta.

• Cómo actuar si hay niños o personas mayores

En un incendio en una casa, la prioridad cambia si vives con niños, personas mayores o con movilidad reducida. Ellos suelen desorientarse con el humo y necesitan instrucciones claras. Diles que te sigan, llévalos siempre por delante y mantened el contacto físico para evitar que se pierdan en zonas con poca visibilidad. Si usas silla de ruedas o ayudas técnicas, ten siempre a mano la ruta más accesible para evacuar. 

• Qué hacer después del incendio

Una vez controlado el fuego, no entres en la vivienda por tu cuenta. La estructura puede estar debilitada, las instalaciones eléctricas dañadas y el aire saturado de partículas tóxicas. Deja que los bomberos indiquen cuándo es seguro volver a entrar. Documenta los daños con el móvil para el seguro y revisa la instalación eléctrica antes de conectar cualquier aparato. Si la vivienda es tu segunda residencia, quizá el fuego te pille lejos; contar con un sistema de seguridad que detecte humo o calor avisa a tiempo y minimiza daños. En ese punto, soluciones como Olin Protect actúan sin que tengas que estar físicamente en la casa.

Consejos para prevenir incendios en casa

Evitar un incendio tiene más que ver con hábitos que con suerte. Muchas viviendas arden por fallos eléctricos, enchufes sobrecargados o pequeños descuidos del día a día. Cuidar los puntos críticos reduce el riesgo desde el primer día.

Revisar las instalaciones eléctricas y de gas es un primer paso. Un técnico puede comprobar si los cables están deteriorados, si los enchufes tienen holgura o si el cuadro eléctrico salta con demasiada frecuencia. En hogares donde el aire acondicionado trabaja casi a diario, la instalación recibe más carga de lo habitual. Un cable fatigado se calienta y puede provocar un chispazo. 

Otro hábito importante es no dejar velas, estufas o sartenes al fuego sin supervisión. La mayoría de incendios en cocina comienzan con aceite caliente. Cuando empieza a humear, la temperatura supera los 180 ºC y puede generar una combustión súbita. Si ocurre, tapa la sartén con una tapa metálica para cortar el oxígeno. No eches agua: el aceite salta y expande las llamas. En casas con terraza, barbacoas mal apagadas o brasas tiradas en cubos de basura también han causado incendios al reavivarse horas después.

Tener un extintor accesible ayuda cuando el fuego aún es manejable. Colócalo cerca de la salida, no dentro de la cocina. Así podrás cogerlo sin acercarte al foco del calor. Revisa el manómetro una vez al año para asegurarte de que mantiene la presión correcta. Aprender a usarlo lleva menos de dos minutos: quitar anilla, apuntar a la base del fuego y presionar la palanca. Funcionan mejor en espacios pequeños y cerrados, por lo que conviene elegir uno de un kilo o dos para casa.

Los detectores de humo son otro elemento clave. Colócalos en pasillos, cerca de dormitorios y en el techo, donde se acumula el humo caliente. Detectan partículas mucho antes de que el fuego sea visible. En segundas residencias, este aviso puede llegar tarde si no estás allí. Por eso sistemas conectados, como los incluidos en Olin Protect, envían alertas inmediatas al móvil y avisan a la central receptora, lo que agiliza la intervención incluso cuando la vivienda está vacía.

Para entender por qué funcionan tan bien estos dispositivos, puede ser útil consultar recursos técnicos como la documentación de la NFPA (National Fire Protection Association). 

Relacionado con todo esto, aprender cómo apagar un incendio eléctrico en casa también es esencial. Nunca utilices agua; corta la luz desde el cuadro y usa un extintor de CO₂ o de polvo seco, que sofocan el fuego sin riesgo de electrocución.

Saber qué hacer en caso de incendio en casa evita decisiones precipitadas y te da margen para actuar de forma segura. Mantener la calma, evacuar rápido y usar correctamente el extintor pueden marcar la diferencia. Una vez todo vuelve a la normalidad, revisar las instalaciones, instalar detectores de humo y apostar por sistemas de seguridad conectados reduce el riesgo real. Si buscas reforzar la protección de tu vivienda habitual o tu segunda residencia, puedes ver las opciones disponibles de Olin Protect, nuestro sistema de alarmas.