Internet por Satélite: ¿Qué es y cómo funciona el Internet Satelital?

El internet por satélite ha dejado de ser una tecnología reservada para expediciones científicas o barcos en alta mar. Hoy en día, es una opción real para hogares, empresas y segundas residencias, especialmente en zonas donde la fibra óptica o el ADSL todavía no llegan. Puede marcar la diferencia para quienes viven en áreas rurales, para teletrabajadores en movilidad o para segundas viviendas que solo se usan parte del año.

Vamos a explorar en detalle qué es, cómo funciona, cuánto cuesta y cuáles son sus ventajas y retos, para que puedas compararlo con otras tecnologías como la fibra o el ADSL y tomar una decisión informada.

¿Qué es el internet por satélite?

El internet satelital es un tipo de conexión que transmite datos a través de satélites en órbita alrededor de la Tierra, en lugar de usar infraestructuras terrestres como el cableado de cobre o la fibra óptica. Esta tecnología permite que una vivienda, un negocio o incluso un vehículo puedan acceder a internet siempre que tengan una antena parabólica instalada y una visión despejada del cielo.

En la actualidad, se usan principalmente dos tipos de satélites. Los satélites geoestacionarios, situados a unos 36.000 kilómetros de altura, permanecen en una posición fija respecto a la Tierra y cubren grandes áreas. Y los satélites en órbita baja, mucho más cercanos, que orbitan entre 500 y 1.200 kilómetros y ofrecen tiempos de respuesta mucho más cortos.

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¿Cómo funciona el internet satelital?

Aunque desde fuera pueda parecer magia, el funcionamiento del internet por satélite sigue un proceso muy definido. La clave está en que la señal viaja por el espacio en lugar de recorrer kilómetros de cable.

El proceso de conexión

El recorrido comienza en tu router, que envía la información a una antena parabólica instalada en tu casa. Desde ahí, la señal se transmite hasta el satélite en órbita, que actúa como un espejo y la redirige a una estación terrestre. Esa estación está conectada a la red de internet global, de forma que la información puede viajar hasta el servidor que aloja la web o el servicio que estás utilizando. El camino de vuelta es el mismo, solo que en sentido inverso.

En el caso de los satélites geoestacionarios, este viaje implica recorrer unos 72.000 kilómetros entre la ida y la vuelta, lo que provoca latencias que suelen estar entre 500 y 700 milisegundos. Los satélites en órbita baja, al estar mucho más cerca, reducen drásticamente esa distancia y permiten latencias de 20 a 40 milisegundos, parecidas a las que se obtienen con fibra óptica.

Ventajas del internet por satélite

A diferencia de la fibra óptica o el ADSL, esta tecnología no depende de que exista una red física cerca de tu ubicación. Eso le da una ventaja muy clara en determinados contextos.

Acceso en áreas remotas y rurales

La mayor fortaleza del internet satelital es que puede llegar a zonas donde no hay cableado ni previsión de instalación a corto plazo. No necesitas postes, canalizaciones ni obras complejas. Con una antena bien orientada y cielo despejado, puedes tener conexión incluso en una finca aislada, una casa de campo o una vivienda en la montaña. En la Costa del Sol, esto significa que segundas residencias en zonas interiores de Málaga o Cádiz pueden disfrutar de internet sin esperar a que llegue la fibra.

Cobertura prácticamente global

Otra ventaja importante es que la cobertura es mucho más amplia que la de las redes terrestres. Es posible tener internet en alta mar, en zonas desérticas o incluso en regiones afectadas por catástrofes naturales, siempre que se pueda alimentar la antena y el equipo. Esto hace que el internet satelital sea también una opción de respaldo para empresas que no pueden permitirse quedarse sin conexión.

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Precio del internet satelital

El coste del servicio depende de la tecnología empleada y del proveedor. En España, los servicios basados en satélites geoestacionarios suelen ofrecer velocidades de entre 30 y 50 megabits por segundo por precios que van de 30 a 50 euros al mes, normalmente con límites de datos. Los servicios de satélites en órbita baja, como Starlink, ofrecen entre 100 y 250 megabits por segundo con datos ilimitados por tarifas que rondan los 50 a 70 euros mensuales. El kit de antena y router puede costar a partir de 450 euros.

La instalación, en la mayoría de los casos, es más rápida que tender fibra, aunque no tan inmediata como el proceso de instalación de fibra óptica en zonas con cobertura.

¿Por qué elegir internet satelital?

Esta tecnología es especialmente recomendable si no tienes cobertura de fibra ni ADSL, si necesitas conexión en zonas remotas o si buscas un sistema de respaldo para evitar interrupciones de servicio.Por cierto, aquí puedes comprobar si tienes fibra óptica en casa.

En el caso de los jugadores en línea o quienes realizan videollamadas de alta calidad, los satélites en órbita baja son mucho más adecuados que los geoestacionarios, ya que su menor latencia permite una experiencia más fluida.

Retos y desafíos: El futuro del internet por satélite

A pesar de sus ventajas, el internet satelital enfrenta todavía desafíos importantes:

•  La latencia, sobre todo en los satélites geoestacionarios, sigue siendo un obstáculo para aplicaciones muy sensibles al tiempo de respuesta. 
• Las condiciones meteorológicas adversas, como lluvias intensas o tormentas, pueden degradar la señal. 
• El coste inicial del equipo no siempre es asequible y las constelaciones en órbita baja requieren un gran consumo energético para mantenerse operativas.

El futuro pasa por seguir reduciendo la latencia, abaratar el coste de los equipos y ampliar la capacidad de la red. Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones, las constelaciones de satélites en órbita baja serán fundamentales para cerrar la brecha digital, especialmente en áreas donde la fibra óptica no es viable.

El internet por satélite es una solución sólida para quienes viven o trabajan en zonas sin acceso a fibra o ADSL. La llegada de los satélites en órbita baja ha supuesto un salto de calidad en velocidad y latencia, acercando la experiencia a la que ofrecen las conexiones terrestres.

En la Costa del Sol, esta tecnología puede ser la clave para segundas residencias, para teletrabajar desde una ubicación aislada o para garantizar la conectividad en negocios que no pueden quedarse sin servicio.

Si en tu zona existe cobertura de fibra, probablemente sea la mejor opción por estabilidad y coste. Puedes conocer nuestras tarifas y opciones en fibra o fibra + móvil para comparar y decidir con toda la información.

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